miércoles, 24 de febrero de 2016

Murió el escritor Umberto Eco

Murió el escritor Umberto Eco

El filósofo y sociólogo italiano falleció a los 84 años. Entre sus éxitos literarios, se destacan 'El nombre de la rosa' y 'El péndulo de Foucault'.

Umberto Eco falleció a los 84 años 
Umberto Eco falleció en su domicilio, indica la edición digital del diario La Repubblica, que contactó con la familia. El escritor llevaba tiempo aquejado de un cáncer.

Umberto Eco nació el 5 de enero de 1932 en la ciudad de Alessandria, en la región italiana de Piamonte, justo en el centro del triángulo entre Génova, Milán y Turín. De pequeño, él y su madre, Giovanna, se mudaron a un pueblito en la ladera piamontesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Eco recibió una educación salesiana y, de hecho, en varias de sus obras se hace referencia a la orden y su fundador. Su apellido es supuestamente un acrónimo del ex caelis oblatus(latín: un regalo de los cielos), que fue dado a su abuelo (un expósito) por un funcionario de la ciudad.

Se doctoró en Filosofía en la Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su tesis versó sobre"El problema estético en Santo Tomás" (1956), y su interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, hasta emerger de manera explícita en su novela El nombre de la rosa (1980).

Umberto Eco, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, publicó su primera novela en 1968. Este trabajo, titulado La estructura ausente, lo llevó a la publicación de su obra más completa sobre semiótica: Tratado de semiótica general, impresa por primera vez en 1975.

Sin embargo, el escritor italiano no alcanzaría la verdadera fama ante el gran público hasta 1980, con la publicación de las más conocida de sus novelas, El nombre de la rosa, que obtuvo varios premios y fue llevada al cine. Otra de sus obras más conocidas es El péndulo de Foucault, de 1988.


Umberto Eco ha escrito numerosos ensayos sobre semiótica, estética medieval, lingüística y filosofía, así como novelas de éxito.

Según detalla Europa Press, la carrera de Umberto Eco está plagada de premios y reconocimientos anteriores al Príncipe de AsturiasEco trabajó en programas culturales de la RAI desde 1954. En los primeros años de la década de los años 60, trabajó como profesor agregado de Estética en las universidades de Turín y Milán.

Participó en el llamado Grupo 63, con la publicación de ensayos sobre arte contemporáneo, cultura de masas y medios de comunicación. Entre estos trabajos, se encuentran el conocidoensayo Apocalípticos e integrados de 1965 y Opera aperta.

También fue durante años catedrático de Filosofía en la Universidad de Bolonia, en la que puso en marcha la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, conocida como la"superescuela". Esta iniciativa está destinada a difundir la cultura internacional y dirigida a licenciados con un alto nivel de conocimientos. También fue fundador, y era el actual secretario, de la Asociación Internacional de Semiótica.

En su curriculum, también figuran otras distinciones que lo avalan como un prestigioso escritor y semiólogo. Así, es doctor honoris causa por cerca de una veintena de universidades de todo el mundo y posee prestigiosas condecoraciones, como La Legión de Honor de Francia.

En 1998 entró además a formar parte de la Academia Europea de Yuste y era miembro delForo de Sabios de la Unesco. Además de sus obras más conocidas, Eco publicó otros trabajos, como Segundo diario mínimo (1992), Los límites de la interpretación (1992), La isla del día antes (1994) y Kant y el ornitorrinco, entre otras.

Su último libro publicado, en 2015, se titula Número cero.

Fuente: Infobae

Muere la escritora Harper Lee


viernes, 19 de febrero de 2016

Muere la escritora Harper Lee, autora de ‘Matar a un ruiseñor’

El pasado agosto se publicó el libro ‘Ve y pon un centinela’, la novela que dio origen a uno de los clásicos de la literatura de Estados Unidos.


Harper Lee desapareció como vivió: lejos del mundanal ruido y sigilosamente, como si no quisiera llamar la atención más de la cuenta.

Cuando saltó la noticia se desconocía dónde, cuándo y cómo había muerto la autora de Matar a un ruiseñor, la novela sobre el Sur segregado de los años treinta que ha vendido más de treinta millones de ejemplares desde su publicación en 1960 y que, en Estados Unidos, es un monumento literario. Unas horas después un sobrino suyo informó que fue este viernes, en la residencia donde vivía en Monroeville (Alabama), su pueblo natal de 6.500 habitantes, y mientras dormía.

Nelle Harper Lee tenía 89 años. No estaba casada ni tenía hijos. Era una autora de una sola obra hasta la publicación, en 2015, de Ve y pon un centinela, escrita antes de Matar a un ruiseñor pero oculta hasta esa fecha. La operación editorial desató sospechas sobre la posible manipulación de la escritora.

Lee ya apenas salía de The Meadows, una residencia de ancianos modesta en Monroeville. Dos guardias de seguridad vigilaba en la entrada y ahuyentaba a los periodistas que buscaban a Lee.

El actor Gregory Peck y Harper Lee, en el plató del rodaje 'Matar a un ruiseñor'.
“No puedo responder ninguna pregunta”, dijo uno de los guardias durante una visita de EL PAÍS en mayo.

Como su coetáneo J. D. SalingerLee pertenecía a una especie particular de artistas. Su obra es escasa. Tienen un golpe de genialidad en su juventud y crean un clásico para después retirarse del escenario y callar para siempre. Rehuyen los focos y las entrevistas. La fuente creativa se seca. Silencio.

Lee le costó digerir la fama que le atrajo Matar a un ruiseñor, premiada con el premio Pulitzer, y la posterior posterior película, protagonizada por Gregory Peck, ganadora de tresOscars. Es difícil encontrar otra novela contemporánea que haya tenido un impacto tan duradero como esta, la historia semiautobiográfica sobre un abogado sureño blanco, Atticus Finch, que defiende a un negro acusado injustamente de violar a una blanca. Escrita en los años cincuenta, en el momento más feroz del terrorismo blanco contra los negros en estados como Alabama, la novela se publicó en el momento adecuado, cuando el movimiento de los derechos civiles tomaba fuerza y, con la complicidad de los presidentes Kennedy y Johnson y del Tribunal Supremo, que estaba a punto de lograr el fin de la segregación racial. La autora era una desconocida, una empleada del departamento de reservas de una aerolínea, pero dotada de un talento narrativo insólito que mezclaba la mirada ingenua de una niña -Scout, alter ego de Harper Lee- con un bisturí afilado para diseccionar el pecado original de la democracia estadounidense: el racismo y sus distantes expresiones: la esclavitud, la segregación, la discriminación… Matar a un ruiseñor, además de una evocación del paraíso infantil y una denuncia del racismo, es un manual de ciudadanía, una Biblia cívica leída por sucesivas generaciones de escolares en este país.

Lee creció en Monroeville, inspiración de Maycomb, el pueblo de Matar a un ruiseñor. Su padre, A.C. Lee, era el abogado que inspiró a Atticus Finch. Su vecino y compañero de juegos era Truman Capote. Durante toda la vida le persiguió el rumor (falso) de que Capotehabía escrito en realidad Matar a un ruiseñor. Lo contrario probablemente sea cierto. Sin la ayuda de Lee, que le acompañó en los viajes y entrevistas, Capote no habría escrito su obra maestra, A sangre fría. Con los años se distanciaron.

Uno de los motivos que alimentaba la especulaciones sobre la autoría de Matar a un ruiseñor era que Lee no hubiese vuelto a escribir una novela. ¿Cómo era posible que aquel talento enorme se hubiese apagado? Durante década se esperó la nueva novela, hasta que hace un año se supo que Tonja Carter, abogada en el bufete de A.C. Lee (es decir, del Atticus real), había descubierto un viejo manuscrito que narraba la historia de cómo la Scoutadulta regresa a Maycomb en los años cincuenta. Carter negoció un contrato millonario conHarper Collins, que en junio publicó Ve y pon un centinela. Se imprimieron dos millones de ejemplares.

Monroeville se dividió entre quienes sospechaban que Lee carecía de facultades para decidir sobre la publicación del texto y había sido manipulada por Carter, y quienes lo refutaban. Que Finch, el héroe de los derechos civiles, resultase ser un racista bajo la mirada de laScout adulta decepcionó a muchos lectores.

Una semanas antes, el veterano historiador de Alabama Wayne Flynt, que era un buen amigo de la escritora, lo había avisado: Finch era un segregacionista suave, como la mayoría de ciudadanos del sur en aquella época, incluso los de inclinaciones progresistas.¿Manipulación? No: Lee sabía perfectamente lo que hacía al publicar Ve y pon un centinela.

Cuando le preguntamos si creía que podríamos entrevistar a la escritora, Flynt fue tajante:“Harper no permitiría que Barack Obama la entrevistase, aunque él se lo pidiese”.

Fuente: El País, de España

LOS BENEFICIOS DE LA LECTURA

Los beneficios de la lectura

Tatuajes literarios

Tatuajes literarios: las letras sobre la piel

Pasión por los libros, fanatismo por personajes fantásticos... ¿Qué lleva a los lectores a tatuarse imágenes y frases de sus obras preferidas? ¿Qué tatuaje te harías?
“Me enamoré de la forma en que te quedas dormido: poco a poco, y luego de una sola vez”. (Bajo la misma estrella, John Green) - Via fyeahtattoos.com

“Por ti lo haría mil veces” (Cometas en el cielo, Khaled Hosseini) - Resistenza / Via resistenza.es

Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón), E.E. Cummings - Eddins Photography via eddinsphotography.wordpress.com

“Si tú eres un ave, yo soy un ave” (El cuaderno de Noah, Nicholas Sparks) - Via jmac8787.blogspot.com

“Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma” (Mañana XVII, Pablo Neruda) - Via tattoolit.com

“¿Quién, siendo amado, es pobre?” (Una mujer sin importancia, Oscar Wilde) - Via pinterest.com

“De lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo” (Cumbres borrascosas, Emily Bronte) - Via tattoolit.com

“El curso del verdadero amor nunca se ha desarrollado sin problemas” (El sueño de una noche de verano, William Shakespeare) - Via pinterest.com

“Cada átomo de mi ser y cada átomo del tuyo” (El catalejo lacado, Phillip Pullman) - Via thisisnotareality.wordpress.com

“Yo era una llovizna y ella un huracán” (Buscando a Alaska, John Green) - Via thegreatcatsby5.blogspot.com

“Tú eres cada razón, cada esperanza y cada sueño que yo haya tenido” (El cuaderno de Noah, Nicholas Sparks) - Via pinterest.com

“Más fervientemente” (Orgullo y Prejuicio, Jane Austen) - fashiionfoxx.blogspot.com

“No te vayas, te comeré, te quiero tanto” (Donde viven los monstruos, Maurice Sendak) - Via tattooranking.com

“Te amaré por siempre, me gustarás por siempre…” (Siempre te querré, Robert Munsch) - Via tattoolit.com

“Y me amaste como era y siempre fuiste la respuesta y la pregunta no importó ni nunca importaría” (Alguna vez, Tyler Knott Gregson) - Via pinterest.com

“Puedo ser exclusivamente su único amor…” (Por encima de todo debes ser alegre y joven, E.E. Cummings) - Via designzzz.com

“Te seguiré y, haré un cielo del infierno, moriré por tu mano, la cual amo tanto” (El sueño de una noche de verano, William Shakespeare) - Via tattoolit.com

“Me ha hechizado en cuerpo y alma” (Orgullo y Prejuicio, Jane Austen) - Via pinterest.com

“Déjalo ir…déjalos ir, deja ir todo - entonces viene el amor”, (Déjalo ir, E.E. Cummings) - Via literary-tattoos.tumblr.com

“Un lenguaje parco como el que usan los amantes” (Las Olas, Virginia Woolf) - Via shawnhebrankart.blogspot.com

“Todos somos tontos en el amor” (Orgullo y prejuicio, Jane Austen) - pinterest.com

“El amor es el todo y más que todo” (100 poemas selectos, E.E. Cummings) - Via becauseilive.hubpages.com

"Cuando cae la nieve y sopla el viento blanco, el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive", (Canción de hielo y fuego, George R. R. Martin)
Fuente: http://www.buzzfeed.com/

martes, 9 de febrero de 2016

Desenterraron Las Ancestrales Cabezas De La Isla De Pascua, Y Debajo Hallaron Algo Sorprendente!

Estas antiguas estatuas han aparecido en multitud de videos, fotografías, reportajes, documentales y más. Son las famosas estatuas de la Isla de Pascua, conocidas como moáis en el idioma nativo.
En ese idioma, a la isla se la conoce como Rapa Nui. Actualmente la isla pertenece a Chile, pero está lejos, muy lejos de la costa chilena de Sudamérica. Es muy probable que hayas visto estas estatuas de cabezas gigantes y alargadas, pero tal vez no sabías que no son sólo cabezas, ya que también tienen cuerpo. ¡Sigue leyendo!

Estas famosas esculturas están en la Isla de Pascua oRapa Nui, en medio del enorme Océano Pacífico.

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Todavía es un misterio cómo fueron transportadas y colocadas en los lugares que ocupan actualmente. Fueron esculpidas en toba volcánica, pero aún es un enigma el método que usaron para construirlas.

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Hasta hace poco, estas estatuas no se habían desenterrado a gran escala. Pero este equipo de arqueólogos decidió desenterrar algunas para constatar qué tan grandes eran realmente.

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Las estatuas originales habían sido cubiertas progresivamente por la erosión y por los sedimentos que expulsaron los volcanes cercanos, a lo largo de más de 500 años, dejando sólo las cabezas al descubierto.

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Algunos exploradores ya habían señalado que las esculturas de la Isla de Pascua no eran sólo cabezas, sino figuras completas con torsos. Pero fue apenas hace poco tiempo que los investigadores empezaron a desenterrarlas.

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El resultado de estos trabajos ha sido impresionante. Las estatuas tienen torsos bien esculpidos y tallados con diversas figuras.

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Durante las excavaciones se encontraron piezas de los mecanismos que posiblemente fueron usados para erigir y posicionar las pesadas estatuas.

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La teoría más común sobre el significado de las estatuas señala que para los nativos que las construyeron, estas esculturas representaban a sus antepasados.

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En esta otra foto vemos un detalle de los enigmáticos relieves que fueron esculpidos en la espalda de una de las estatuas.

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Los arqueólogos esperaban encontrar respuestas, pero estos impresionantes descubrimientos nos dejan con más y más preguntas…

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La enorme magnitud de estas estatuas nos obliga a preguntarnos cómo pudo una sociedad “primitiva” crear, desplazar y ubicar estas moles con tanta precisión.

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Sin nuestras modernas herramientas, sin grúas ni artefactos mecánicos, esta tarea luce muy difícil de realizar.

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Las enigmáticas estatuas de la Isla de Pascua resultaron ser más complejas de lo que creíamos: sus cuerpos están tallados y definitivamente no son sólo cabezas!

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Puedes informarte mejor y ver más fotos de los moáis desenterrados, visitando el sitio web del Proyecto de las Estatuas de la Isla de Pascua, aquí. Este es un tema fascinante y sorprendente.

VIERNES 05 DE FEBRERO DEL 2016 | 12:36 Los 400 años de la muerte del Inca Garcilaso de la Vega Biblioteca Nacional de España conmemora los 400 años de la muerte del Inca Garcilaso con una contundente exposición




  • Los 400 años de la muerte del Inca Garcilaso de la Vega





  • Paul Firbas
  • Profesor de Literatura Latinoamericana, Stony Brook University, Nueva York
Quien se acerque hoy al edificio de la Biblioteca Nacional de España podrá ver los carteles que anuncian la exhibición de “La biblioteca del Inca Garcilaso de la Vega”. En el mismo recinto, en estos días, también están abiertas al público una gran muestra de grabados de Rubens y Van Dyck y una pequeña pero deliciosa exposición sobre los legados del episodio del Retablo de Maese Pedro en Don Quijote. La presencia del Inca en la fachada de ese emblemático edificio madrileño, a 400 años de su fallecimiento, nos recuerda que la riqueza del Renacimiento no solo se funda en las tradiciones del Viejo Mundo, sino en los cruces y migraciones de la primera globalización que se inició en el siglo XVI, y de la cual el mestizo cusqueño Garcilaso de la Vega, nacido en 1539, es su más destacado representante.
Resulta especialmente relevante que la conmemoración del cuarto centenario se haga también desde la capital española y su gran biblioteca, que es uno de los principales repositorios de la cultura letrada del mundo. La exhibición recoloca al Inca en su contexto y lo muestra como un intelectual plenamente conectado con la filosofía, historia y política del Renacimiento y Humanismo, pero también con la riqueza cultural del Tahuantinsuyo y la nueva sociedad colonial.
La exposición ha sido concebida como una reconstrucción de la biblioteca personal del Inca al momento de su muerte, el 22 o 23 de abril de 1616 en la ciudad andaluza de Córdoba. En el Archivo de Protocolos de esa ciudad se guarda un documento fundamental para nuestro conocimiento de las lecturas del Inca: el inventario de sus bienes, realizado por sus albaceas inmediatamente después de su muerte. Este documento, que se expone al público por primera vez, registra 188 títulos y revela una nutrida biblioteca que nos permite conocer mejor el perfil intelectual –pero también social y económico– del escritor cusqueño en su vejez.
Al ingresar en la sala, el visitante se enfrenta al viejo legajo que contiene el testamento y el inventario de bienes del Inca, escritos en la letra notarial de la época. La reconstrucción de la biblioteca privada del escritor mestizo se apoya en dicho inventario. Se exhiben cerca de cien libros, la mayoría del siglo XVI, y varios objetos culturales y reproducciones digitales –préstamos del Museo de América, la BN del Perú, el Archivo Arzobispal de Lima– que definieron también la formación intelectual y afectiva del Inca. Así, vasos ceremoniales, keros, tejidos de la cultura inca prehispánica y colonial y objetos de la indumentaria del conquistador comparten la sala con la poesía épica de Ariosto, con las “Antigüedades de las ciudades de España” de Ambrosio de Morales o el pensamiento político de Jean Bodin, entre muchos otros. Además, en las paredes se muestran grabados y mapas que dan cuenta de la geografía imperial y la cultura colonial que el Inca representa. Se trata del inicio de nuestra modernidad, hecha de desplazamientos, recomposiciones, nostalgias e invenciones de la tradición.
El inventario de bienes no detalla los títulos que registra. En muchos casos, todo lo que sabemos es que Garcilaso poseía un “Catálogo de libros prohibidos” o una “Arquitectura”. Afortunadamente, desde 1948, gracias al trabajo de José Durand y otros estudiosos, la mayoría de esas entradas han sido identificadas, aunque queda mucho por estudiar. La investigación para la exposición y el catálogo nos ha permitido precisar algunos títulos ignorados. Gracias a este trabajo hoy podemos señalar, por ejemplo, que el Inca poseía un ejemplar de “El segundo cerco de Diu”, poema épico del portugués Jerónimo Corte-Real sobre el asedio otomano a las colonias lusitanas en el Océano Índico.
La cultura humanística de Garcilaso es evidente en el cuidado de su prosa, en su metodología, en sus trabajos de traducción y en la trascendencia de su proyecto historiográfico, características que lo separan de la escritura informativa de la mayoría de las relaciones de Indias. En este sentido, los títulos de su biblioteca confirman su cercanía con el Renacimiento y la cultura clásica, desde la “Retórica” de Aristóteles y el neoplatonismo de Ficino hasta los tratados de educación y moral de la nobleza de Alessandro Piccolomini y Baldassare Castiglione, pasando por los estudios de arquitectura romana de Andrea Palladio y Andrea Fulvio. Asimismo, los diccionarios de lengua quechua conectaban la cultura humanística de su biblioteca con su interés histórico y político en materia peruana. La exhibición incluye los tres diccionarios de quechua publicados entre 1560 y 1608. Uno de ellos, el “Arte y vocabulario”, salido de la nueva imprenta de Lima en 1586, fue uno de los primeros libros impresos en Sudamérica. Otros títulos, como los “Comentarios a Job” de Juan de Pineda y “Del origen y principio de la lengua castellana” de Bernardo de Aldrete, no solo revelan los intereses filológicos del Inca, sino que muestran que el peruano era leído, citado y respetado por sus contemporáneos andaluces.
En la sala destacan todas las primeras ediciones de los libros del Inca: su traducción de los “Diálogos de amor” (1590), “La Florida del inca” (1605), “Los comentarios reales” (1609) y su libro póstumo, “La historia general del Perú” (1616-1617), además de las traducciones francesas e inglesas y reimpresiones españolas del XVIII. La muestra incluye también las primeras ediciones de los cronistas de Indias que el Inca leyó y discutió con elegancia; y manuscritos esenciales para la cultura andina que conserva la biblioteca española, como las relaciones de Santa Cruz Pachucuti y de los quipucamayos. Todo este material que conforma la biblioteca y archivo del Inca se recoge en el catálogo de 239 páginas ilustradas que acompaña la exposición.
El Inca fue un hombre de libros, contemporáneo de Cervantes y Shakespeare, con quienes compartió además el mismo año –y quizá la fecha– de muerte. Fue un escritor mestizo, que se ufanaba de escribir como indio y de ser natural del Cusco, “otra Roma en su imperio”. Su inmenso aporte a la cultura andina es inobjetable, pero también su contribución a las ideas y prosa del Renacimiento.
EL DATO
La exhibición “La biblioteca del Inca Garcilaso de la Vega” se inauguró el 29 de enero en la Biblioteca Nacional de España, en la sala Hipóstila del monumental edificio de Paseo de Recoletos en Madrid. Organizada y curada por Esperanza López Parada, Marta Ortiz Canseco y Paul Firbas, editores también del catálogo, la muestra podrá visitarse hasta el 2 de mayo del 2016

lunes, 8 de febrero de 2016

MARGARITA A CIEN AÑOS DE LA MUERTE DE RUBEN DARIO

MARGARITA 
a que lejos de mí vas a estar, / guarda, niña, un gentil pensamiento / al que un día te quiso contar / un cuento…
Después de una larga agonía, el 6 de febrero de 1916, a las 22:15 horas, en la ciudad de León, Nicaragua, murió el “Príncipe de las Letras Castellanas”, Rubén Darío. Su doctor de cabecera y amigo, Louis Henri “El Sabio” Debayle, no pudo hacer mucho contra la cirrosis hepática que afectaba al poeta desde hacía varios meses. La hija menor de aquel doctor, Margarita, tenía entonces 16 años y estaba lejos de León, en Estados Unidos.
Guardaría para él, quizá, ese gentil pensamiento, el mismo que hoy, a 100 años de su muerte, le guardamos tantos lectores.
margarita Ruben Darío
A Margarita Debayle se escribió, igual que tantos otros clásicos de la literatura infantil, por petición de una niña. Una tarde, Alice Liddell quiso que Lewis Carroll le inventara una historia con muchos disparates; también una tarde, en la paradisiaca Isla del Cardón, Nicaragua, Margarita, de 8 años de edad, pidió a Rubén Darío un cuento en verso.
Margarita interiores 4Margarita está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento,
Margaria, te voy a contar un cuento.
El cuento es el de aquella princesa que quiere una estrella y viaja hasta el cielo a cortarla. Ese deseo, el palacio de diamantes, la tienda hecha del día y el rebaño de elefantes están grabados en la memoria hispanoamericana. Son otro espacio al que volvemos, como Comala, Macondo, Santa María o La Mancha.
Margarita portada
Rubén Darío marcó un antes y un después para la lengua española. A Margarita Debayle fue un puente intergeneracional. Se recitó y se incluyó en antologías por muchas décadas. Hoy se lee y recuerda menos pero nos queda como un clásico de la literatura infantil.
La edición de Ekaré de Carmen Diana Dearden y Verónica Uribe, ilustrada por Monika Doppert y publicada por primera vez en 1979, ha contribuido a ello.
En esta, el viaje de Margarita es más cercano.
Recuerdo que de niño no entendía muy bien qué sucedía con Margarita. Me gustaban la musicalidad de los versos, su extensión (que me parecía larguísima, casi una historia épica), el tono misterioso, la noche, la blanca estrella; pero no me quedaba muy claro aquello de la “esencia sutil de azahar”, la “tienda hecha del día”, el “gran manto de tisú”, ni hablar de “los parques del Señor” ¿cuál señor?
Conformaban, sin embargo, una atmósfera enigmática a la que siempre deseaba volver. Sobre todo porque era la voz de mi abuelo la que me los contaba.
Con las ilustraciones de Doppert, el enigma permanece, pero se disfruta más. La princesa se vuelve una hija de Sherezada, entre playas de palmeras altas y elefantes, en unas mil y una noches que también podrían ocurrir en el Caribe. Esta mezcla de geografías acompaña los versos modernistas y cosmopolitas y les da más brillo.
Vemos más claramente al personaje principal y su deseo: desde la escalinata del palacio, la princesita mira en el cielo su estrella; a través de la ventana de su habitación la ve titilar y llamarla. Margarita se irá de casa a buscarla.
Las imágenes de Doppert nos acompañan en el viaje como si fuera Max, a través del mar, hacia el lugar donde viven las estrellas. Y entonces lo entendemos: la estrella es como una flor en el cielo y la gentil princesita la corta con una gran tijera. Aparece también en nuestro imaginario El Principito.Interiores magarita2
La permanencia tan viva de este poema, fuera de su tiempo, ha hecho que muchas veces se le considere anticuado, demasiado retoricista. Otra virtud de la edición de Ekaré es que lo actualiza. Las ilustraciones proponen una historia con toques de humor, con una princesita simpática que hasta regaña con el gesto a su padre, el rey.
Esa relación padre hija es otro elemento a destacar, y otro motivo más para buscar esta edición, ante la escasez de libros álbum con figuras de padres positivas. Con gracia y ligereza el rey juega con su hija, y al final, organizará todo un desfile de elefantes para celebrar su regreso.
En la princesita resplandece una estrella, con el verso, la pluma, la flor… y el amor de su padre. El gesto amoroso de un poeta que quiso hacer sonreír a una niña.
Margarita interiores
Conocí “A Margarita Debayle” porque era uno de los poemas favoritos de mi abuelo Rubén. Desde niño lo recordaba diciendo aquellos versos tan bellos y extraños que casi nunca podía concluir. No era falta de memoria. No sé qué recuerdos le traían, pero siempre lo hacían llorar. En los últimos años de su vida, no conseguía pasar del primer verso. Solo decía “Margarita está linda la mar” y se le cortaba la voz.
Esta entrada es un gentil pensamiento para mi abuelo y para su tocayo, el gran poeta Rubén Darío.